Rufino Tamayo, uno de los pintores mexicanos más reconocidas a nivel mundial, fue quien a lo largo del siglo XX pudo conjugar su herencia mexicana y el arte prehispánico con las vanguardias internacionales, en piezas marcadas por el color la perspectiva, la armonía y la textura.
Nacido el 26 de agosto de 1899 en Oaxaca, Tamayo pinto más de mil 300 óleos, entre los que se encuentra los 20 retratos de su esposa Olga, con quien estuvo casado durante 57 años; realizó 465 obras gráficas, como litografías y mixografias, 350 dibujos, 20 murales, así como un vitral.
Según Luis Ignacio Sáinz, en el articula «Los rasgos plásticos de Rufino Tamayo”, el olor y la textura son rasgos de una pintura siempre moderna y siempre arcaica. Tamayo usa la densidad del color y la calidez de la textura en diferentes medios y técnicas olea, temple, grabado, dibujo, mural, mixografia acuarela y litografía.